A 6 de
diciembre de 2014 que más puedo decir o que no haya dicho, que puedo escribir
que ya no haya escrito ya. Cuando pienso en la cantidad de cosas que escrito se
viene de inmediato el cálculo de cuanto te conozco y cuanto te conozco y de
cuanto estamos juntos.
Nuestra
historia es conocida y reconocida por el tiempo e incluso por las distancias. Hecha
a fuerza de desventuras auto impuestas por una parte, y por otra, una constancia
a veces perversa. A costa de promesas cumplidas y también de promesas quebradas
por el filo de la estupidez.
De corazones
rotos pero remendados por el tiempo y la entrega, la que actúa como un zapatero
remendón y puso la costura justa y el parche correspondiente, los que se fueron
adhiriendo hasta formar parte de ese corazón gigante que cargamos. Y es un corazón
gigante y rebosante, porque ha sido alimentado por paciencias y constancias y pese
que ha sido atacado por los virus de las dudas, de la rutina y la
intolerancias, a nuestro corazón siempre le hemos diagnosticado a tiempo los
virus y bacterias.
Nuestra
historia en un corazón que es adornado por dos ventrículos que le sirven de oxigenación
y mucho ingenio.
Un corazón
gigante que bombea con la misma fuerza. Que no decae y que permanece firme,
estoico, esperando más historia y más historias. Ansioso de tiempo, pero también
esperando que este no pase muy de prisa. Esperando historia pero con respeto a
la incertidumbre del futuro.
Nuestro corazón,
nuestro tesoro más preciado. Lo hemos cuidado, lo hemos regado y le hemos echado
fertilizantes y hasta el día de hoy, no ha parado de crecer (como la canción) y
lo seguirá haciendo, es inevitable porque somos eso, inevitables y siempre lo
fuimos. Una mirada para saber que estabas pensando, una sonrisa y sabias que
estaba pensando. Encuentros fortuitos preparados por el destino, lazo invisible
que ya nos tenía atados sin darnos cuenta y que se esforzó una y otra vez en
ponernos frente a frente.
Y nos
entregamos y nos rendimos ante el lazo indestructible y míranos ahora, padres
de un corazón estable, bombeando y creciendo…si, creciendo a la velocidad
de la luz….que haremos para hacernos mas
espacio en el pecho….
Aaaay…Corazón corazón…
tu corazón mío y el mío gigante a cambio. Nuestro cuore, el gigante remendado e
iluminado, regalón y sobrealimentado. El director de la orquesta y el pavimentador
de nuestra larga historia. Nuestro norte, nuestra estrella guía y el final de
nuestro final…
A 6 de
diciembre de 2014, cuan equivocado estaba, siempre queda algo por decir…..y de
repetir….Te amo más que a mi corazón, porque eres mi historia, porque eres entrega, porque eres mi salvavidas el cable de cobre que pone mis pies sobre la tierra....feliz cumpleaños amore mio...
No me acosté antes porque tenia una promesa que cumplir.
1 comentarios:
Como siempre... sin comentarios!
Los admiro cada día más.
Publicar un comentario