sábado, 28 de julio de 2007

Bang Bang en Nairobi

La vi bailar en un cafe perdido entre la calles de Nairobi. Creo que era una cancion de los BANG BANG, unos siameses separados sin sangre.
La rubia platinada y de ojos encendidos parecia echar fuego con su boca roja.
Nos sentamos, compartimos copas y gramos y uno que otro beso perdido en el humo del local.
Dolar por beso quede casi en la ruina, pero esos ojos encendidos me hacian bailar a su compas, me hacian creer en su verdad. Pero la sinceridad olia a distancia a papel moneda y mi honestidad otra vez romperia mi corazon plagado de historias de monedas a intercambio.
No recuerdo cuanto tiempo la vi. Pero cada vez que volvia a nairobi era a sabiendas de una borrachera de proporciones y una desbancada de caracteristicas apocalipticas.
Creo dos años, tres años o uno.
La nebulosa del amor obsesionado y amor a ratos arrendado es horrenda, sobre todo si nos pilla con un pie en el aire y dando saltitos.
Dos años.
No lo se.
Ahora, vivo en Rengo. Tengo apenas una foto de la chica de nairobi y esta mal enfocada. Sus ojos encendidos ya no aparecen y en su cuerpo de curvas cerradas figura mas la figura de un gordo que arruino todo intento de recuerdo fotografico atravesandose en el momento menos indicado.
Mis manos aun guardan el tacto de esa piel, y mis oidos guardan esas palabras en un idioma que nunca quise entender porque imaginaba que las cosas que me decia eran hermosas. No quiero pensar que lo que me decia era algo asi como "te voy a dejar en la calle maldito imbecil", no podria pensar algo asi.
Como poder volver el tiempo atras, para......solo para tener una foto. Estaba escrito en mi destino que un dia cualquiera ya no podria volver a verla, y ahora ruego por echar el tiempo atras por una foto. Daria mi vida por una foto.
En fin. Me estoy aferrando a un imposible e insisto en escarbar en los recuerdos.
La foto esta desapareciendo como una maldicion oriental y con ella se va su rostro y mis recuerdos. El tiempo afecta la memoria y el papel, y eso es verdad. Sin monedas a cambio. El tiempo me sanara y la memoria perdida por la vejez tambien.

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